Pulido de mármol, terrazo, hidráulico, barro, hormigón..
¿Cuál es el proceso del pulido? Con la pulidora lo que hacemos es lijar en agua la superficie del suelo. Se procede a pasar varias piedras de diferentes granos, empezando con grano grueso que lijaría gran parte de la superficie e iremos afinando con piedras más finas dando una terminación lisa y refinada a vuestro suelo. Dejándolo dispuesto para cristalizar.
Pulimos todo tipo de suelos: mármol, terrazo, hidráulico, barro, hormigón... Pero también nos ajustamos a tus necesidades según la utilización del suelo:
⇒ Pulido de suelo recién colocado
Este pulido se realiza, cuando es terminada la colocación de las baldosas y la lechada correspondiente. Entonces, aquí entramos en juego nosotros, rebajaremos todos los resaltos entre baldosa y baldosa dejando toda la superficie como una sola pieza. Sin boquetes ni resaltos.
⇒ Pulido de desgaste de suelo
Esto se determina pulido de suelo viejo. ¿Cuando es el suelo viejo? Cuando presenta un desgaste, deterioro, o agresiones que no permiten su embellecimiento con el sistema de brillos cristalizados. Esta tarea conlleva el empaste de juntas, fisuras o agujeros que se encuentren abiertos.
Si su suelo tiene poco desgaste y arañones leves, podrías recurrir a un micropulido, donde le quitaremos esas pequeñas imperfecciones de su suelo.
⇒ El apomazado
Proporciona un superficie similar a la del pulido pero sin brillo, utilizándose piedras de grano progresivamente decrecientes pero no empleando los de grano mas finos, la superficie queda lisa. Sin en cambio quedaría completamente mate.

